3 de junio. 17.44 hs. 9 de julio y Avenida de Mayo. Micros estacionados en doble fila por todos lados. La bandera de Nuestras Huellas se fusionaba con tantas otras banderas violetas y de todos colores.
Un día histórico en Argentina: cientos de organizaciones, agrupaciones, y personas nos movilizamos a la Plaza de los Dos Congresos para gritar Basta de femicidios y demostrar con los cuerpos el rechazo generalizado a la violencia de género.
Se estima que 200 mil personas se convocaron al Congreso, pero la movilización fue mucho más amplia: miles de plazas en todo el país se hicieron escuchar, y la consigna también tuvo su réplica en Chile, Uruguay y México.
Porque muere asesinada una mujer cada 31 horas en Argentina. Porque no queremos #NiUnaMenos. Porque nos queremos vivas.
En la plaza nos congregamos mujeres, trabajadoras, madres, niños y niñas, hombres, estudiantes, artistas, trabajadores, políticos, y distintas organizaciones sociales. Felizmente nos encontramos con socias de Bancos Comunales que se sumaron a la campaña.
Se podían leer consignas de todos los tintes en la manifestación, pero con el punto convergente en el rechazo absoluto a la violencia hacia las mujeres. Se pudieron escuchar los crudos testimonios de muchas mujeres víctimas de hombres violentos.
Se pudo mirar a los ojos. Se pudo abrazar. Se pudo llorar. Se pudo reír. Se pudo gritar ¡Basta!. Nos pudimos encontrar.
A partir de esta movilización exigimos que se garanticen los recursos necesarios para la efectiva aplicación de la Ley 26.485 , sancionada en 2009, de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, y que se declare la emergencia nacional en violencia de género. Que se garantice la protección y el acceso a la Justicia a las víctimas de violencia de género.
Alrededor de las 18 horas los actores Erica Rivas, Juan Minujín y la humorista Maitena leyeron el documento redactado por la comisión organizadora de Ni Una Menos: “Sabemos que tenemos que decir basta” pronunciaron.
Al día siguiente de la movilización se octuplicaron los llamados gratuitos al 144 por casos de violencia de género, según datos del Consejo Nacional de la Mujer. Dos días después de esta expresión popular, el 5 de junio, se creó la Unidad de Registro, Sistematización y Seguimiento de femicidios y de homicidios agravados por el género dependiente de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
Son pequeñas victorias (ni tan pequeñas) que representan lo que la organización y movilización pueden promover cuando se logra confluir con una problemática que nos atraviesa a todos. Porque la violencia hacia las mujeres es sistemática y silenciosa, cuando no es feroz y escandalosa, y por eso es tan complejo de desactivar, porque cuando no nos golpea en la cara o nos mete dentro de una bolsa de basura, la pasamos por alto y se hace efectiva.
El desafío es continuar con la mecha que se prendió el 3 de junio.
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