La tarde de febrero se presta muy agradable, Juan Carlos me acompaña hasta la casa de Emiliana que además de ser vecina, es su compañera en el Banco Comunal “Ambición de Progreso”, del barrio Mitre, en San Miguel. Los Bancos son conformados por vecinos del mismo barrio, amigos, en algunos casos, pero si por alguna razón nunca se cruzaron o no son amigos, el banquito puede lograr unirlos y hacerlos emprender un camino juntos. Porque de eso a veces se trata, de compartir el camino.
Llegamos a la casa de Emiliana, me despido de la compañía de Juan Carlos. Emiliana me invita a pasar a su casa, y después al lugar en donde construye sus sueños: el local de despensa. Es un lugar un poco reducido, pero con mucho color y la luz del sol que ingresa por la ventana e ilumina todo el espacio.
Comenzamos a charlar sobre su emprendimiento, y es concluyente cuando le pregunto porque lo eligió: “Porque siempre me gustó”. Me cuenta que a pesar de todo lo hecho “Todavía falta”, pudo hacer el portón que antes no lo tenía, compró el freezer, una balanza, entre otras cosas, pero no se conforma: de a poco va haciendo todo lo que quiere.
Sobre el movimiento del local admite “me va re-bien” (Con una sonrisa que le extiende de punta a punta) y que la clave del éxito es que “me llevo bien con toda la gente”. En el transcurso de la entrevista algunos de los clientes pasaron por el local, y se veían muy familiarizados. En cuanto a cómo llegó a ser parte de “Ambición de Progreso” cuenta: “Me comentaron”, una compañera que ya se retiró, y recuerda que “me llevó y me gustó”, confiesa que “Cuando hay reuniones de mujeres, me gusta. Y aparte, haces amigas”, lo dice con mucha felicidad.
Cuando hablamos de porqué se acercó cuenta: “Conozco a la gente que está ahí y se puede confiar… el banco con los créditos que te da la amistad que haces ahí, es todo muy lindo”. En cuanto a sus compañeros y vecinos no duda: “Nos llevamos bien todos, somos vecinos, nos conocemos de hace años”.
Ella resalta que cuando necesita del banco “Siempre está” y que “es algo que me salvó de muchas cosas”. Sueña con progresar en su emprendimiento, como objetivo inmediato está la fiambrera, además de tener más variedad de productos y que cuando le pregunten por algo ella pueda decir: “¡Sí! Tengo”. Reconoce que su marido la ayudó, mucho, a empezar con su proyecto.
Desea que el banquito siga adelante y me cuenta que una vez tuvieron algunos inconvenientes, pero que en equipo llevaron la situación “Salió adelante el banco. Salimos adelante nosotros”. Como todo grupo tiene sus momentos, pero “Si alguno tiene algún problema, se lo comenta al otro y tratamos de ayudarnos” y que entre todos “Tratamos de no caer”.
A Emiliana se le nota su espíritu emprendedor y la felicidad que siente en el grupo. Y con sus sueños, muy claros. Sueños de progresar.
>> Por Fabián Lucas Solano Balderrama, Colaborador voluntario.
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