Nuestra marca empezó cuando unimos el placer que nos genera hacer objetos con nuestras manos (diseñarlos o personalizarlos) con las ganas de crecer económicamente. Ambas, madre e hija, compartimos esta inquietud creativa y disfrutamos tanto del proceso de crear algo como de ofrecerlo a nuestros clientes. Se nos hizo muy presente que todas nuestras creaciones tenían una impronta particular de colores, géneros y estilos muy propios.
De esa identidad compartida nació «Leonardas» que significa «mujeres fuertes como un león» y es nuestro proyecto de vida.
Los obstáculos que encontramos a veces fueron (y son) tanto internos como externos: construir la seguridad y la confianza en nuestros productos y la actitud para ofrecerlos y darlos a conocer; no perderse en la maraña de costos y números y el entender que toda experiencia que a simple vista no es positiva, puede dejarnos muchos aprendizajes. Aprendimos a valorar también aquellas oportunidades de contactarnos con otros emprendedores y enriquecernos de sus experiencias.
Leonardas es para nosotras el bastidor sobre el cual desplegar nuestra creatividad. Solemos englobar nuestra actividad como una «regalería artesanal, virtual e itinerante». Pero desde hace un tiempo nos enfocamos en el diseño de calzado, prendas y objetos de decoración realizados a mano, intervenidos y con técnicas artesanales. Ese es el eje central de nuestra marca: que los objetos tengan detalles que los hagan únicos, que se note la «huella humana» en su confección y que transmitan alegría, belleza y originalidad a quienes los eligen. No hay un único tipo de día laboral en nuestro emprendimiento.
Al compartir y hacernos cargo del proceso entero de diseño, producción y venta tenemos muchas actividades que se suman y se complementan. Quizás un día a la semana podemos estar horas sentadas, diseñando sobre las hormas o tejiendo, otro día sacando fotos y promocionando en las redes sociales y otro más preparando todo para una feria de diseño o encuentro de artesanos…. ¡O todo en un mismo día!
Lo que más nos gusta de ser artesanas emprendedoras es sentirnos parte de todo el proceso. Creemos que el emprendedurismo es un modo de vida y que quienes lo practican empiezan a estar más atentos a las maneras en que compramos, consumimos y usamos lo que nos rodea. Empezamos a prestar atención a las personas detrás de cada producto o servicio, a los valores que impregnan cada cosa que está a la venta.
Lo que más nos cuesta es no desanimarnos cuando los resultados no son los esperados, ya sea en el diseño, en el movimiento en las redes o en la aceptación de un producto. Todo lo hacemos con una cuota de sentimiento y pasión que a veces se pone en contra.
Dado que «Leonardas» no tiene un local al público, la promoción de todas nuestras creaciones y actividades las hacemos por redes sociales y boca a boca. Es por esto que la tecnología juega un papel importante en ese ámbito.
Nuestra fuente de inspiración somos muchas veces nosotras mismas, nuestro vínculo madre e hija y la relación con otras mujeres de nuestro entorno. Diseñamos para ellas y para nosotras. Buscamos el disfrute en nuestro emprendimiento y que eso se refleje en quienes nos eligen. Los colores de la naturaleza, las flores y las técnicas artesanales son una fuente de inspiración estética que se ve claramente en Leonardas.
A aquellas personas que tienen ideas o inquietudes emprendedoras y no se animan a llevarlas a la realidad les decimos que se capaciten, se informen, charlen con otros emprendedores, compartan experiencias y den ese salto de fe en uno mismo. Confíen en sus capacidades, estén abiertos a los aprendizajes del camino emprendedor y disfruten de esta experiencia que, sea exitosa o no, es siempre enriquecedora.
Nuestro principal desafío actualmente radica en dar ese paso de la producción a mínima escala a una que sea un poco más seriada, sin perder el carácter artesanal de Leonardas. Para alcanzar esto hay cuestiones logísticas y de financiamiento que estamos evaluando y proyectando. Todo con el mismo entusiasmo y energía que nos acompaña desde el comienzo. Nos inspiran aquellos emprendedores que comenzaron con pocos recursos y lograron superarse y hacer crecer su proyecto. Nos encanta escuchar sus experiencias y siempre son un empuje y un entusiasmo renovado.
Por >>> Beatriz Flores y su hija, Guadalupe.